Otros viajes   |   Utilidades
Inicio     Contacto     Catala
Cabecera

IRAN

Alrededores de Yazd

Masjed-e Jameh, Fahraj Alrededores de Masjed-e Jameh, Fahraj Cuarto día Fahraj fue un importante punto de parada en la ruta comercial que unía Yazd y Kerman. Frente a nuestro hotel, el Farvardinn Desert Inn, hay una cisterna de agua, refrigerada por dos torres de viento; y un antiguo castillo en estado de ruina, en su interior hay que vigilar donde se pisa, pero aún queda un camino hábil para acceder al terrado y disfrutar de unas buenas vistas. Ya en el coche, nos acercamos a Masjed-e Jameh,  conocida por ser la primera mezquita construida en Irán. Se encuentra en el bonito barrio antiguo de casas de adobe. Desde fuera se ve el alto minarete, y su patio con dos iwans edificados sobre 12 enormes pilares. Nos los perdemos porqué está cerrada y no hay nadie dispuesto a abrirla.
La verdad es que es una pena no haberle dedicado más tiempo a este bonito pueblo. Una opción es pasar un par de noches aquí, y dejarte que desde el hotel te organicen las excursiones en los alrededores, y visitar el pueblo en los ratos libres.
Vistas desde el Castillo de Fahraj Castillo de Fahraj Alrededores de Masjed-e Jameh, Fahraj Depósito de agua con tres torres de ventilación, Fahraj Vistas desde el Castillo de Fahraj

Ruinas de la vieja ciudad de adobe de Kharanaq
Medio colgando en la ladera de una soleada montaña, con vistas a un fértil valle a sus pies, se encuentra Kharanaq, un pueblo de adobe, completamente abandonado y en estado de ruina, que se cree puede tener unos 1.000 años de antigüedad. El único elemento nuevo o restaurado es el minarete de la mezquita. Se puede pasear por él, e incluso acceder al interior de las casas y a muchos de los tejados. Pero hay que tener cuidado, algunos de los callejones se han derrumbado, y algunas paredes y tejados presentan grietas. A la entrada del pueblo está el caravasar Shahzadeh (10.000 IRR, 0,25€), construido bajo las órdenes de Mohammad Vali Mriza. Ha sido completamente restaurado, recuperando a buen seguro todo su antiguo esplendor. Lo lleva una familia muy simpática que nos deja mover con entera libertad por su interior e incluso subir al terrado. Tal vez se pueda dormir.
Ruinas de la vieja ciudad de adobe de Kharanaq Ruinas de la vieja ciudad de adobe de Kharanaq Ruinas de la vieja ciudad de adobe de Kharanaq Caravasar Shahzadeh, Kharanaq Caravasar Shahzadeh, Kharanaq

Interior del Templo de Chack Chack Colina donde se encuentra el Templo de Chack Chack En medio de la nada, colgando de un acantilado en medio del tórrido desierto iraní se encuentra Chack Chack, el santuario más sagrado del zoroastrismo en este país. Según la leyenda, este es el lugar donde Nikbanou, segunda hija del último gobernante persa preislámico, Yazdegerd III del imperio sasánida, fue acorralada por el ejército invasor árabe en el año 640. Temiendo ser capturada, rezó a Ahura Mazda para que la protegiera de sus enemigos. En respuesta a sus plegarias la montaña se abrió y la protegió de los invasores. El templo (30.000 IRR, 0,75€) es una pequeña gruta a la que se accede por dos grandes puertas de bronce. El suelo es de mármol, y las paredes están oscurecidas debido a la llama permanentemente encendida que hay en su interior. Un pequeño altar y algunas fotos completan la escena. Pasamos un buen rato hablando y haciéndonos fotos con algunos peregrinos que nos encontramos allí.

Simbolo del zoroastrismo en el Templo de Chack Chack Vistas desde el Templo de Chack Chack Vistas desde Narin Castel, Meybod Vistas desde Narin Castel, Meybod Casa de palomas, Meybod
Narin Castel, Meybod Vistas desde Narin Castel, Meybod Meybod es una antigua ciudad fundada en la era pre-islámica, capital de Irán durante el período Mozaffarid, y alberga un castillo de la época sasánida, que es de los más antiguos del país. Narin Castel (100.000 IRR, 2,50€) fue construido en adobe sobre la cima de una pequeña colina, con vistas sobre la ciudad. A pesar de su ruinoso estado actual, es fácil hacerse una idea de su magnitud admirando los muros de 40 mts de altura que aún quedan en pie.
Vistas desde Narin Castel, Meybod
Después hacemos una parada rápida en la antigua Pigeon House, casa de palomas, un edificio circular con capacidad para 4.000 nidos,  que se usaba para recoger sus excrementos y utilizarlo como abono. Lo vemos solo desde fuera.
Vistas desde Narin Castel, Meybod Interior de Zein-o-Din Caravanserai Terrado de Zein-o-Din Caravanserai Patio interior, Zein-o-Din Caravanserai Vistas desde Narin Castel, Meybod
Patio interior, Zein-o-Din Caravanserai Interior de Zein-o-Din Caravanserai Nuestra última parada es en Zein-o-Din Caravanserai, donde pasaremos la noche, un caravasar del siglo XVI ubicado en la antigua Ruta de la Seda, la principal ruta comercial entre Europa y Asia. Se trata de una estructura de dos pisos, de planta cuadrada con torres circulares en sus esquinas, que rodean en su interior un patio y un pequeño estanque con una fuente. Alrededor de este patio  están las habitaciones, el comedor, la cocina, y los baños y duchas. Todo ello restaurado con su aspecto original.
Hay dos tipos de alojamiento: habitación triple con terraza al patio (30€ por persona), y el elegante dormitorio, donde tupidas cortinas separan amplios espacios con dos camas. Baño y ducha, impolutos, son siempre compartidos. El precio incluye buffet libre de cena y desayuno. No hay wifi. Desde el terrado hay unas estupendas  vistas de la puesta de sol sobre las montañas.
Zein-o-Din Caravanserai
Tanto la cena como el desayuno de mañana son buffet libre, bueno y esplendido, e incluye todas las bebidas permitidas, té y café. La cena de hoy incluye pollo, arroz, berenjenas, fritada, sopa de lentejas, encurtidos, ensalada, sandía, te y café. Tras la cena hay un espectáculo de danza de bastones, que parece paquistaní, por un precio simbólico de 10.000 IRR cada uno.
Patio interior, Zein-o-Din Caravanserai

Nuestra impresión de Morteza. 150€ dos días. No es tan caro como parece, hemos hecho más de 800 km con él, visitándolo casi todo desde Shiraz a Yazd, en un coche privado, ancho y cómodo. En cuanto a sus aptitudes, no se lo recomiendo a nadie, es un irresponsable absoluto, como guía y como conductor. Sinceramente, no entiendo como lo puede recomendar Lonely Planet, supongo que antes no era así o que nosotros hemos tenido mala suerte.
  • No había reservado ninguna de las dos noches de hotel que habíamos acordado por email, de hecho después de una docena de emails, la primera vez que nos vimos no tenía ni idea del recorrido que queríamos hacer. Tuvo que reservar sobre la marcha. El caravasar de Zein-o-din estaba lleno, y nos dijo que "desafortunadamente no podríamos dormir en él". Después de una bronca del copón, y de muy  malos modos por mi parte, consiguió un hueco la segunda noche que nos obligó a cambiar parte de la ruta.
  • Bueno, en realidad no hay ruta con Morteza. Él nunca concreta nada, solo divaga. Tiene sus ideas, que intenta venderte de manera vaga, y hay que estar batallando continuamente para que te lleve a donde tú quieres. No puedes dejar las decisiones en sus manos, o nunca sabrás ni lo que ves, ni a dónde vas, ni porque. Al final, decido ponerme borde y dar órdenes, en lugar de hacer preguntas o sugerencias, y todo funciona mucho mejor.
  • En cuanto a su faceta de conductor, es incapaz de tener dos minutos seguidos las manos al volante. Hace y recibe llamadas cada cinco minutos, come, bebe, pela naranjas, y se quita los restos de comida de entre los dientes con una tarjeta de visita, todo ello mientras circula por el carril izquierdo de la autopista. La velocidad media oscila entre 120 y 140 km/h, cuando le veo a 160 km/h le monto una bronca descomunal y se calma para el resto del camino.
Vistas desde el terrado de Zein-o-Din Caravanserai