08:00 Nos recoge en el hotel Joseph, de
Safari
Makers, en un Range Rover de color blanco. Nos acercamos hasta
sus oficinas donde pagamos el 50% que no habíamos adelantado
vía transferencia, y salimos inmediatamente dirección
Tarangire NP (120 km) con un pasajero
mas, otro Joseph, nuestro simpático cocinero.
10:00
Tras dejar a nuestro cocinero en un cruce de carreteras
comprando carbón, empezamos nuestro primer
game drive.
El primer animal que vemos, en las oficinas del parque, es una
mamba verde que sale del interior de la calavera de un
elefante.
El
Parque Nacional de Tarangire es un destino clásico
en la estación seca. Sus 2.600 km
2 quedan entre la estepa
Maasai al sudeste, y los lagos del Valle del Rift a norte
y este. El parque debe su nombre al río Tarangire, que
lo cruza en su lado norte. De junio a octubre es la mejor época
para avistamiento de animales, ya que muchos de ellos vienen
a beber al río Tarangire. Pueden verse gran núme-
ro de ñus, elefantes, cebras y alcefalos (hartebeest).
Pero no todos los animales son migratorios, y otros animales como
las jirafas, impalas, elands, kudus grandes y enanos, cobos de
agua (waterbuck), gacelas, leones, hienas, y a veces incluso rinocerontes
y leopardos, pueden verse durante todo el año.
Mucha gente viene al parque atraída por las pitones trepadoras gigantes, pero nosotros no vimos ninguna. La vegetación es mayoritariamente seca. Amplias praderas, que incluyen diversos tipos de acacias, palmeras, y multitud de baobabs. Vemos una gran variedad de animales, en manadas no muy grandes, así como carnívoros con escenas de caza incluidas. Buenas pistas.
17:00
Abandonamos el parque nacional. Hemos hecho algo mas de seis horas
de safari, parando media hora para comer en un
picnic site,
en el que como te despistes los monos te roban la comida. Nos
dirigimos a nuestro alojamiento para las siguientes noches,
Havennature
Camplodge. Nos duchamos y nos sirven la cena: sopa
de lentejas, ternera con arroz, plátano, naranja y chocolate
caliente. Estamos a unos 20º y no hay mosquitos, o al menos
no se hacen notar.