La
Georgian Military Road es el nombre que se da a la ruta que históricamente unía Georgia y Rusia atravesando el Cáucaso. En medio de ella, a 1.750 mts de altitud, se encuentra el pequeño pueblo de
Kazbegi. Tras la plaza principal, donde paran las
marshrutkas, la carretera sigue a la izquierda hasta el río Thergi, en cuyo margen oeste se encuentra el pueblo de Gergeti; y a mano derecha queda la calle principal, donde las vacas pasean a sus anchas hasta que son reagrupadas al atardecer.
Hay una docena de mini supermercados y puestos de fruta, algunos bares y restaurantes, y dos tiendas donde alquilan material de escalada y bicicletas. Alberga también el Alexander Kazbegi Museum que contiene objetos personales de este escritor georgiano del siglo XIX. Sin duda un pueblo feo y anodino, pero con una ubicación privilegiada en el Cáucaso Central, que ofrece en sus alrededores la oportunidad de practicar
rafting o
kayaking en algún frío río de aguas bravas, rutas para senderismo y
mountain bike en profundos valles salpicados de pueblos centenarios abandonados, o escalar altas montañas nevadas, como el Kazbeg visible desde el pueblo.
Desde Tbilisi hay que coger el metro hasta Didube, y buscar la
marshrutka a Kazbegi, sale cada hora o cuando llena. Cuesta 10 GEL, tardan 3h por carretera de montaña la mayoría del trayecto, donde nos jugamos literalmente la vida en cada curva.
En Kazbegi hay algunos albergues y pensiones, pero la mayoría del hospedaje es en casas particulares que se ofrecen directamente en la estación de autobús. Además de cama es posible contratar las comidas. Nuestra primera opción aparece en Lonely Planet.
Nazi's Guesthouse. Está completo. Pero nos dice que no nos preocupemos, ella nos buscará otro en un momento. Mientras nos invita a té, café y algo de fruta, y le sonsacamos algo de información sobre la zona.
Ramazi and Xatuna Guesthouse, Merab Kostava street 72, teléfono 599118188 y 599930605. Casa particular que alquila un par de habitaciones con tres camas, la nuestra con lavabo propio, nuevo, limpio, agua caliente, camas con buenas colchas (aquí hace frío) y dispone de coche propio. Cuesta 25 GEL dormir, 35 GEL con desayuno, 45 GEL si añadimos la cena. Desayunos super completos:
kinkali de carne, ensalada georgiana, café, te, mantequilla, quesos, mermelada...
Mkinvari, en la carretera dirección Gergeti. Carta con media docena de platos, diez tipos de cerveza y barbacoa auténtica. Bueno y dentro del precio. Solo dispone de terraza.
Shashik (pincho de cerdo barbacoa), sopa de ternera, sopa de cordero, ensalada georgiana, cerveza y limonada, 30 GEL.
Khevi, junto a MTA (Mountain Tourist Association). Carta algo escasa y comida nefasta, no son capaces de hacer nada sin patatas fritas. Eso si, barato.
Ojakhuri, carne con patatas, y cerveza, 17 GEL.
Shorena's. Hotel restaurante en la plaza principal, junto a la parada de autobuses. Local agradable con muy buena relación calidad precio. Se llena hasta la bandera de turistas con pinta de montañeros escaladores, los que mas abundan por aquí.
Pork sish,
chicken sish,
haricots been soup,
tkemali y dos cervezas, 33 laris.
Mirando hacia el oeste desde el pueblo hay preciosas vistas de una iglesia con el nevado monte Kazbeg al fondo. La subida hasta ella es probablemente la caminata mas popular. Se tarda 1h30 en llegar por un empinado camino que atraviesa la montaña, evitando el innecesario rodeo de la carretera, tras el pueblo de Gergeti. A 2.170 mts de altitud, aislada y rodeada solo de montañas y la vasta naturaleza se encuentra
Tsminda Sameba, la Iglesia de la Santísima Trinidad, una capilla cruciforme con una torre campanario adosada y rodeada por un pequeño muro, que fue construida en el siglo XIV. Hay cientos de iglesias mas bonitas en Georgia, pero seguro que en pocas confluyen naturaleza, deporte y religiosidad como en esta. Las vistas del pueblo y el valle son espectaculares.
El
monte Kazbeg (5.033m mts) es un volcán dormido y uno de los picos mas altos de todo el Cáucaso.
Está asociado en el folklore georgiano con Amirani, la versión local de Prometeo, que fue encadenado a la montaña en castigo por haber robado el fuego de los dioses y regalárselo a los mortales. Si decides seguir subiendo, tras la cresta, quedan todavía 2h de caminata hasta un punto elevado a 3.000 mts de altitud desde el que se ve el
glaciar Gergeti. Es un camino empinado y pedregoso que quita el aliento. Arriba hace mucho frío, sensación que crece con el viento. Hacemos unas fotos, comemos algo de fruta y galletas, y bajamos antes de congelarnos. Otra 1h30 nos llevaría 650 mts mas arriba hasta la estación meteorológica, habilitada como refugio con capacidad para 50 camas. Algunos escaladores que conocimos nos dijeron que una excursión completa a la cima lleva unos cuatro días.
Cerca del pueblo de Kobi y a 2.200 mts de altitud se encuentra el
Valle de Truso con un montón de montañas, valles y gargantas para caminar. La mayoría de las diminutas aldeas del valle fueron abandonadas hace 40 años huyendo de los fríos inviernos y solo unas pocas familias vuelven a habitarlas en verano. Pueblos y casas están en diferentes estados de abandono conviviendo con las antiguas torres de vigía que muestran el interés que se tuvo en otros tiempos por esta tierra. Pero desde hace algunos años, dada su proximidad a la frontera con Osetia del Sur, se ha convertido en punto estratégico y el gobierno georgiano a decidido abrir la zona al turismo, reconstruyendo algunas casas para ofrecerlas como refugios en las rutas de senderismo.
Ramazi nos lleva con su coche (80 GEL) hasta Zemo Okrokana a 17 km de Kazbegi. Desde allí caminaremos por el cañón Kasara hasta Abano, y vuelta por el mismo camino al punto de partida, donde nos recogerá Ramazi para llevarnos a Kazbegi. La caminata sigue una pista forestal sin apenas tránsito, ancha y cómoda que alterna subidas y bajadas. Son unos 8 km por trayecto, entre tres y cuatro horas a ritmo relajado. No vemos a ningún otro senderista, tan solo nos cruzamos con un grupo de tres todo terreno. Uno de ellos nos avisa de que el puente de Abano está roto y que no podremos llegar. Decidimos seguir aunque solo sea hasta el puente.
Cuando llegamos al río Thergi y vemos las torres de vigía de Abano a un kilómetro de distancia, la sensación que tenemos es que allí nunca ha habido ningún puente y si lo hubo no queda ni rastro de él. El río lleva bastante agua y esta muy fría, buscamos un punto por donde cruzarlo, pero el río baja bastante rápido, y no lo vemos claro. No nos arriesgamos. En la ultima hora hemos salido del sendero de montaña flanqueados en todo momento por árboles para iniciar el descenso a un amplio valle. El paisaje ahora es idílico. Rodeados de altas montañas con cumbres nevadas y una soledad que espanta, aprovechamos para comer algo de fruta y galletas junto al río. Durante la vuelta nos cruzamos con un rebaño de unas mil ovejas acompañadas de tres pastores.
A pesar de los 16 km y entre 6 y 8 horas de trayecto es una caminata menos exigente físicamente que la ascensión al Glaciar Gergeti, pero hay que tener unos mínimos y ser consciente de nuestras limitaciones. Dos tercios del trayecto transcurren por una pista forestal del ancho de un todo terreno, donde se alternan ascensos y descensos con diferentes grados de inclinación. En el último tercio se realiza la bajada al valle, la pendiente es pronunciada y el camino pedregoso, y el caminar se hace mas lento y costoso. Además habrá que cargar con comida y abundante agua, aquí no hay ninguna posibilidad de encontrar nada.
La primera
marshrutka de Kazbegi a Tbilisi sale a las 09:00, 10 GEL, 2h15. Tres cuartos de hora menos que en la subida. El mismo peligro que al venir. Curiosamente aunque quedan plazas libres no para ante ninguno de los peatones que lo solicitan.