PERÚ

Ayer por la noche habíamos comentado lo bonito que sería un amanecer en el Lago Titicaca, pero la verdad es que ni siquiera hicimos el esfuerzo de poner el despertador. Estamos de vacaciones, nos levantamos sin prisas, el sol hacía ya rato que había aparecido por el este. Después de ducharnos pasamos un rato en las hamacas, leyendo y admirando el lago, antes de desayunar y regresar a tierra firme. Llegamos a la Terminal terrestre de autobuses de Puno alrededor de las 10:30. Miramos los horarios de las diferentes compañías para ir a Cuzco y nos decantamos por Libertad, no es una de las VIP dedicadas a turistas, pero sale dentro de poco más de una hora. Precio asiento VIP con inclinación 160º en planta inferior, 30 soles; asiento normal en planta superior 20 soles.

En los alrededores de la estación compramos algo para comer. A las 12h, hora de salida, con el autobús cargado de bultos y pasajeros, nos hacen desembarcar y cambiar de vehículo porque han detectado alguna anomalía en una de las ruedas. Salimos media hora tarde en otro vehículo. Al llegar a Juliaca hay una nueva avería, esta vez en el motor. Como la compañía no dispone de más autobuses, nos ubican en uno de la compañía Continental. Los asientos aquí no son tan cómodos, de hecho son de categoría inferior a la que hemos pagado, pero si quieres llegar hoy a Cuzco es lo que hay. Durante el camino suben vendedores de frutas, zumos, e incluso cordero; siempre es mejor llevar algo, sobre todo agua, pero es difícil morir de hambre. El trayecto acaba durando nueve horas, llegamos reventados.

Hotel Suecia I, 120 soles, Cuzco. Es una bonita casa colonial a menos de un minuto de la Plaza de Armas. Las habitaciones están distribuidas alrededor de un patio interior en el que se sirve el desayuno. Habitación 309, pequeña, pero muy tranquila, cama doble muy cómoda, baño privado con muy buena presión de agua en la ducha. Habitación 208, más grande que la anterior, cama tamaño king size y lavabo muy amplio. Desayuno incluido: tortilla, fruta, pan, mantequilla, mermelada, te y café.

La ciudad de Cuzco, ubicada en la cordillera de los Andes a 3 399 de altitud, fue la capital del Imperio inca, así como su centro político y espiritual,  y una de las ciudades más importantes tras la conquista. De su rica historia aún quedan templos, fortalezas, muros y calles precolombinas, así como iglesias, palacios, y plazas barrocas o neoclásicas de la época española. Este rico patrimonio histórico propicio que fuese declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983 por la Unesco. Por otro lado, la gran cantidad de yacimientos prehispánicos que hay a sus alrededores, y sobre todo, por la ciudadela de Machu Picchu, Cuzco es el principal destino turístico del país.

Plaza de Armas. Durante el incanato funcionó como lugar ceremonial donde se llevaba a cabo anualmente el Inti Raymi (fiesta del sol). Luego fue el lugar donde Francisco Pizarro proclamó la conquista del Cusco. Es sin duda la plaza más impresionante de Perú, nunca te cansas de ella. Toda ella está rodeada de arcos de piedra, casas de la época colonial, e iglesias. Un largo tramo de escaleras comunica la plaza con la Catedral. De estilo renacentista, fue construida sobre las ruinas del antiguo Templo de Suntur Wasi. Está flanqueada por la Iglesia de Jesus Maria y la Capilla del Triunfo, construida sobre el palacio del inca Winacacha. Entre los tesoros que guarda está una importante colección de lienzos de la escuela cusqueña y objetos de plata repujada. La Iglesia de la Compañía de Jesus, construida sobre el palacio de Huayna Capac en 1571, se encuentra en otro lado de la plaza.

La Plaza de Armas y Plaza Regocijo, separadas actualmente por una calle, albergaban un único espacio inca llamado Huacaypata. Actualmente en la plaza Regocijo, alrededor de una pequeña fuente, rodeada de arcadas y árboles, se encuentra la municipalidad y el Museo de Arte Moderno. Subiendo la calle Garcilaso encontramos el Hotel los Marqueses. Desde fuera, esta casa colonial, parece un hotel más, pero en su interior hay un precioso patio con una fuente en medio y balcones de madera. Pedid permiso en recepción para entrar, merece la pena.

Seguimos hasta la plaza San Francisco, una enorme plaza con una fuente rodeada de árboles y jardines, que antiguamente formó parte de la explanada inca de Cusipata, el segundo espacio público más importante de la ciudad durante el período virreinal. Pasamos bajo el Arco de Santa Clara, construido en 1835 para conmemorar la confederación de Perú y Bolivia. Al fondo se ve la iglesia de Santa Clara, un convento de cal y piedra con una sola torre campanario, fundado en 1549 por las clarisas, la rama femenina de los franciscanos.

Junto a ella, ocupando toda una manzana, se encuentra el Mercado de San Pedro, el más antiguo de la ciudad. Fue construido en 1925 por Gustav Eiffel, en estilo colonial y con una única planta rectangular, lleva el sello de sus construcciones: columnas y cubierta de metal. En el interior se pueden encontrar todos los productos frescos típicos de la región, así como carnes, quesos, panes, café, chocolate, frutos secos, flores y artesanías. Comemos en uno de los muchos puestos de comida que alberga: una contundente sopa criolla de pollo (7 soles) y de postre churro de manjar o dulce de leche, (2 soles)

Calle Loreto es una calle adoquinada que sale de Plaza de Armas, conocida por los muros incas que la flanquean. Dos estilos diferentes, a un lado ladrillos de rocas toscas que no siempre encajan bien, al otro grandes rocas redondeadas, perfectamente talladas, que encajan a la perfección. Otro ejemplo de mampostería inca es la calle Hatun Rumiyoc, junto a la plaza de Armas. Está bordeada por los muros del palacio que habito Inca Roca, donde se encuentra la piedra de los doce ángulos, una roca tallada creando diversos vértices para que las otras rocas que la rodean encajen a la perfección. Al finalizar la calle una empinada cuesta lleva hasta el barrio de San Blas, a tres cuadras de la plaza de Armas. Es un barrio tradicional de calles adoquinadas, estrechas y empinadas, donde muchas de sus casas coloniales sirven como taller a artistas y artesanos de la zona. El lugar más concurrido del barrio es la plazoleta de San Blas, un bonito balcón sobre la ciudad de Cusco, con mucho espacio para sentarse, comprar artesanía y disfrutar de su enorme paccha, fuente de agua inca. En un lado de la  plaza se encuentra la iglesia más antigua de Cusco, la iglesia de San Blas.

Tras dar un paseo por las laberínticas calles del barrio de San Blas, volvemos al centro para comprar los billetes para ir mañana a Aguas Calientes vía Santa Maria en la agencia Wayna Mundo (35 soles), una de las muchas que hay en avenida del Sol.

Tras dar un paseo por las laberínticas calles del barrio de San Blas, volvemos al centro para comprar los billetes de mañana a Aguas Calientes vía Santa Maria, en la agencia Wayna Mundo (35 soles), una de las muchas que hay en avenida del Sol. Andean Grill, uno de los muchos locales de la calle Procuradores, próximos a la Plaza de Armas. Comida peruana con una gran relación calidad precio, bien atendidos, excelente comida y música en directo. de cortesía, anticuchos de corazón y alitas de pollo crocantes, 72 soles.

Qorikancha, acceso 15 soles, fue un importante centro de adoración del sol (Inti), tanto que las paredes interiores del templo estaban cubiertas de oro. En 1534, se construyeron sobre su estructura la iglesia y el Convento Santo Domingo (Qorikancha). Su torre está adornada con tallados del estilo barroco, y en el interior cuenta con una fantástica pinacoteca de los siglos XVII y XVIII. La sala de acceso tiene un techo abovedado cubierto con pintura mural que representa símbolos de la crucifixión y su gran portón de madera tallada es el único ejemplo de estilo mudéjar en Cuzco.

El primer claustro es la parte central del convento y bajo sus arcadas se ven cuadros sobre la vida de Santo Domingo. En el centro hay una pileta ceremonial prehispánica tallada en un solo bloque de piedra. En los laterales norte y sur del claustro hay salas que formaron parte del antiguo Templo Mayor del imperio inca, dedicadas a las deidades celestiales (sol, luna, estrellas, arco iris, rayo y relámpago), y el recinto mayor. La planta superior alberga una gran pinacoteca con obras del siglo XVI y XVII.

Paramos en una librería a comprar “Todas las sangres” de Jose Maria Arguedas, un autor local que nos han recomendado. Pasamos por la agencia Wayan Mundo a que nos devuelvan el dinero del malogrado viaje a Aguas Calientes, y volvemos al Mercado de San Pedro a comer, sopa de chuño, pescado con frijoles y pescado con patatas, 10 soles. De postre paramos en una jugueria dentro del mercado y pedimos zumo de mango con leche y de lúcuma con leche, 14 soles los dos. Paseamos por el centro sin rumbo fijo, Cusco es una ciudad ideal para esto, y encargamos el tour al valle sagrado para el día siguiente.

En la calle Pampa del Castillo, junto a la Plaza de Armas, hay media docena de restaurantes frecuentados por locales, con buena comida, buenos precios y cero turismo. Apu Koricancha, comida típica cusqueña, pedimos lomo salteado y adobo cusqueño de res, incluido en el precio un caldo de gallina delicioso servido como entrante, 47 soles. Local simple pero limpio, y personal super amable.

El Emperador, plaza Regocijo. Tequeños de queso con guacamole, dos combinados pisco sour y machu picchu, 52 soles. El Templo de la Compañía de Jesús, fue construido en 1571, aunque la versión que vemos actualmente data de después del sismo de 1650, coincidiendo con el momento de cambio en la concepción de los templos jesuitas, que habían dejado la austeridad y la modestia que exigían sus estatutos, para optar por la grandilocuencia del barroco. En su interior hay diferentes retablos en los laterales decorados algunos con lienzos de estilo cusqueño, una cripta, la sacristía, y un retablo mayor de 21 mts de alto y 12 mts de ancho decorado todo él con pan de oro. Su pórtico, encajonado entre sus dos torres campanario, se asemeja a un retablo, y sus paredes de piedra tallada lo hacen un imponente ejemplar del barroco andino.

Palacio del Almirante, Museo Inca, acceso 10 soles. Casona colonial que exhibe una colección de piezas de cerámica, orfebrería, textiles y momias pertenecientes a las culturas que se desarrollaron en el territorio que ocupó Tuhuantinsuyo.

Basílica Menor y Convento de la Merced, acceso 10 soles. En 1535 los mercedarios llegan al Cuzco, y en seguida gozan del favor de Pizarro quien les cede un solar en premio a los servicios prestados. Las primeras construcciones son destruidas casi por completo en el terremoto de 1650, y no es hasta 1671 que tiene su aspecto actual. En su interior se encuentran los restos del hermano del conquistador Pizarro, así como una extensa pinacoteca que se exhibe en las paredes del claustro principal, pero la pieza más valiosa de su colección es una custodia de oro de 1,30 mts de altura, adornada con piedras preciosas y coronada por lo que es considerada la “segunda perla más grande del mundo”.

Don Lucio, calle Q’era, menú de 8 soles, tortilla de espinacas, sopa criolla, bistec con revuelto de moraya (patata seca) y chicharrón de pescado. Uno más de los numerosos restaurantes que hay en esta calle, muy buena relación calidad precio. Desde el propio hotel solicitamos un taxi que nos lleva al aeropuerto en 20 minutos, 250 soles. Fin del viaje a Perú 2019.