Italia

Europa es un destino en general aburrido y poco variado, exceso de cemento y piedra, escasez de espacios naturales, pocas sorpresas culturales (somos todos primos hermanos) y precios elevados. Pero lo tenemos en la puerta de casa, así que tarde o temprano cae alguna escapada. Uno de los destinos más populares es Italia, un lugar que más allá de su legado histórico no me entusiasma especialmente. Relación calidad precio creo que es uno de los que sale peor parados en el continente, y si te gusta la pasta, bienvenido al paraíso, pero como la encuentres sosa y aburrida, vete preparando.

Escogemos el norte, a ver si vemos un poco de nieve y pasamos algo de frío, pero como el cambio climático siga a este ritmo, solo vamos a pasar frío en la nevera de casa. Milán ya lo conocemos, una buena escapada de fin de semana, por cierto; los Dolomitas se nos escapa por precio, pasaremos en Italia el fin de año y es imposible conseguir habitación en la zona por menos de 1.000€,; así que escogemos la zona de los lagos lombardos, cerca de Milán, para una ruta en coche de una semana visitando los lagos de Maggiore, Como, Iseo y Garda.

Todos ellos son lagos de origen glaciar, creados durante la última glaciación, cuya orilla norte descansa en la falda de los Alpes. Están a escasa altura, menos de 200 mts sobre el nivel del mar, pero próximos a picos de más de 2.000 mts, el clima es frío pero no hace falta llevarse crampones. Las orillas están salpicadas de pequeños pueblos, con centros históricos de origen medieval, calles empedradas y empinadas, casas pintadas de colores pastel, enormes villas del siglo XIX, balnearios y centros de reposo, grandes hoteles, puertos naturales, paseos junto al lago, paseos en barca por el lago. La belleza y la tranquilidad del entorno son inigualables, pero no es un destino de invierno, además de que la mitad de las atracciones están cerradas, la niebla fue un compañero muy molesto durante toda la semana, dificultando en ocasiones incluso la conducción.