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Eslovàquia

Bratislava

Čumil, estatua d eun trabajador asomando por la alcantarilla Plaza Hlavne Namestie Octavo día Bratislava, a mitad de camino entre las majestuosas Viena y Budapest, es una pequeña ciudad de ambiente relajado, sin grandes palacios de mármol blanco ni suntuosos bulevares, pero con un agradable y compacto casco antiguo medieval, que conserva buena parte de la muralla, a orillas del Danubio. La ciudad vieja, vigilada por un castillo en lo alto de una colina, es un área peatonal pequeña, que invita a pasear sin prisas y sin rumbo entre viejos palacios, casas nobles de estilo gótico y barroco, calles adoquinadas, museos, iglesias, estatuas, tiendas de souvenirs, cafeterías y restaurantes, todo con un marcado estilo tradicional.
Hotel Applend City Michalska Hotel Applend City Michalska hotel Hotel Applend City Michalska , 62€. Zona centro peatonal. Habitación doble, limpia, elegante y cómoda. Baño privado completo. TV, caja fuerte, tetera eléctrica, mesitas de noche y wifi. Personal muy amable. Desayuno buffet libre incluido: salchichas, bacón, red beans, quesos, embutido, yogurt, cereales, fruta, diversos tipos de pan, zumos, té, café, bollería eslovaca...
Bar de copas La Putika , calle Panska, zona centro peatonal. Local decorado como una biblioteca clásica, mesas de diferentes tamaños con bancos, sillas y butacones, música chill out, jazz o ambiental. Sirven principalmente vinos y licores, sólo hay dos tipos de cerveza, y una decena de platos para picar. Pedimos una tabla de tapas (jamón serrano, queso feta, camembert, chorizo, olivas, tomate seco), camembert frito con salsa de ajos y tres cervezas, 14,10€. Un lugar muy agradable para acabar el día, es jueves y está a reventar.
Empezamos la visita a la ciudad extramuros. Saliendo por la puerta acceso de la muralla próxima al hotel, se ve la Iglesia de los Trinitarios, está construida sobre las ruinas de una iglesia derruida por los otomanos en 1.529. Doscientos años más tarde la orden de los trinitarios levantó un nuevo templo y monasterio, aunque fue cerrado por Jose II en 1.782. Paso entonces ha uso civil, incluso Listz o Brahms dieron conciertos allí, para en 1.854 consagrarse como la Iglesia de la Santísima Trinidad. A pocos metros queda la Iglesia de los Capuchinos, que junto al monasterio adjunto están dedicados a San Esteban, primer rey de Hungría. Frente a ella hay un pilar dedicado a la Virgen María en agradecimiento por el fin de la plaga de peste de 1.723.
Entramos en la ciudad vieja amurallada por la Puerta de San Miguel, la única puerta de acceso a la ciudad que se ha conservado de la muralla medieval del siglo XIV. Sobre ella se levanta una torre cuyo techo gótico original se modificó a mediados del siglo XVIII para darle el aspecto barroco actual. La torre alberga un Museo de Armas, y desde lo alto se tienen magníficas vistas de la ciudad vieja. La puerta da inicio a la calle Michalska, uno de los ejes comerciales de la zona vieja, llena de tiendas, restaurantes y cafeterías. Bratislava es una ciudad con bastante escultura y arte callejero, al final de la calle, en el cruce con Sedlarskoy, se encuentra la que probablemente es la más rara de todas ellas, Stone Korzo, una piedra grande de forma irregular con dos placas de hierro que sobresalen. ¿Quién conozca su significado que me lo diga?
Plaza Hlavne Namestie
El centro de la ciudad vieja es la plaza Hlavne Namestie, que antiguamente albergaba el mercado principal de la ciudad, las ejecuciones, las manifestaciones de protesta y las celebraciones. En el centro está la fuente de Maximiliano, la más antigua de la ciudad, pensada como reserva de agua para la prevención de incendios. La rodean casas y palacios de diferentes estilos entre los que destacan el Ayuntamiento Viejo y su alta torre, que actualmente alberga el Museo Municipal; el Palacio Jeszénak, en cuya planta baja está el famoso Café Meyer; y la Casa Verde, hospedería municipal durante el siglo XV.
Adyacente a esta plaza está la Plaza Františkánske, que alberga la Iglesia de los Franciscanos (iniciada en 1.250 es la más antigua de la ciudad), la Capilla de San Juan Evangelista, la Iglesia de los Jesuitas y frente a ella la Columna de la Virgen, así como varios caserones y palacios de estilo gótico y barroco. De la plaza Hlavne Namestie sale la calle Kostolna, que nos lleva hasta una plaza donde se encuentra el Palacio del Primado, que fue construido a finales del siglo XVIII como residencia de invierno del arzobispo de Esztergom, y actualmente alberga el Ayuntamiento de la ciudad.
Situada entre la ciudad vieja y la colina del castillo está la Catedral de San Martín, con su alta torre campanario de 85 mts de altura, fue el lugar de coronación de los reyes de Hungría entre mediados del XVI y del XIX. Al sur del centro histórico está la Plaza Hviezdoslav, un largo boulevard arbolado presidido por el Teatro Nacional. Desde él, caminando hacia el Danubio, el centro queda ocupado por fuentes, jardines, puestos de souvenirs y una pista de patinaje sobre hielo al aire libre. Algo más alejada, a quince minutos caminando, queda la Iglesia de Sta. Elizabeth, conocida como la Iglesia Azul, debido al color de su fachada, mosaicos, y techo de cristal azul. Fue construida a principios del siglo XX en estilo art nouveau (la planta es ovalada y la torre circular), como parte de un complejo que incluía una vicaria y el colegio adyacente.
Puente Ovni sobre el río Danubio
Frente a la catedral una vía rápida elevada conecta con el Puente Ovni, llamado así por la estructura con forma de platillo volante en el pilón, de 84,6 m de altura, que alberga un restaurante. Bajo el puente se encuentra una estación de autobús con destinos nacionales e internacionales, con compañías como FlixBus, RegioJet y Eurolines, entre otros.
Catedral de San Martín Castillo de Bratislava Castillo de Bratislava, este situado en una pequeña colina sobre el Danubio y la ciudad vieja. La primera fortificación de la que se tienen noticias data del siglo X, aunque su aspecto actual es consecuencia de una remodelación del siglo XVIII. De forma cuadrangular con altas torres en las esquinas, parece una mesa vuelta del revés. Fue usado como residencia real, pero actualmente alberga el Museo de Historia, uno de los más visitados de la ciudad. Desde la plaza que hay frente al acceso principal se tienen unas vistas esplendidas del río y la ciudad. Para acceder a él se puede dar un corto y agradable paseo de 15-20 minutos colina arriba, o coger los autobuses 203 o 207.
En una plaza extramuros, en medio de un denso tráfico, se encuentra el Palacio de Grassalkovich, fue construido en 1765 como lugar de encuentro de la aristocracia, es desde 1996 la residencia del presidente de la República de Eslovaquia. Solo puede visitarse un día al año, mientras que los jardines que hay en la parte de atrás están siempre abiertos al público.
Grand Mother's Restaurant Club Baudelaire Restaurante Grand mother’s , calle Michalska. Típico restaurante turístico del centro, no es un local barato, peros e come bien. Pato con chucrut y knedle (dumpling bread), empanadas de pasta rellenas de feta y pasas, dos copas de vino, 40€. Frente a la escultura de la piedra en la calle principal. No es un local barato, pero se come bien. Bar de copas Baudelaire, calle Panska. A 50 mts de La Putika, y con un estilo muy similar, cócteles, cerveza y algo para picar, pero con decoración más moderna. Música 80s - 90s. Está lleno. A 20 mts hay otro local que parece interesante, una vinacoteca, Bar de copas CORK Wine Bar, amplia selección de vinos y tapas.
Noveno día Bratislava parece otro mundo comparado con el resto del país, sin haber salido del bucólico centro peatonal ya se ve otro ritmo de vida. Más tiendas, más restaurantes, más gente... Por la noche, a partir de las siete hay gente en la calle, los bares y pubs se llenan de bebedores y tertulianos, teatros abiertos...  El camino hasta el centro desde el aeropuerto pasando por la estación central de tren es feo y oscuro, todas las ciudades aquí parecen de herencia comunista, filas de edificios que parecen fichas de dominó, pintados en colores crema, uno junto a otro.
Por recomendación del recepcionista del hotel vamos al aeropuerto de Viena con Regiojet, en lugar de Flixbus. Sale cada hora a HH:45, tarda 50 minutos al aeropuerto (5€), y 20 minutos más hasta Viena capital. Ambos salen desde la estación de autobuses que hay frente a la Iglesia de San Martín, al sur del centro peatonal.
Plaza Hlavne Namestie